Definir el espacio en cual se colocará la pieza de arte es crucial, para que el formato, dimensiones y posición de esta se adecúen y generen armonía con los demás componentes del lugar en el que será exhibida, cubriendo las expectativas de la atmósfera que se quiere lograr.
Existe una gran diferencia de requisitos espaciales entre las obras bidimensionales y las tridimensionales, ya que las obras bidimensionales requieren normalmente de un muro con espacio y capacidad de carga adecuada, a diferencia de algunas obras tridimensionales las cuales pueden necesitar estar alejadas de los muros para ser colocadas en una base con espacio suficiente, para que la pieza pueda lucir, además de ser recorrida y apreciada desde distintos ángulos.
Otro punto importante para considerar es la forma en que la pieza dialoga con el espacio, la manera en que se integra visual y conceptualmente, la decisión del espacio puede recaer en la búsqueda de concretar una línea discursiva clara entre la obra y el espacio donde se coloca, considerando si los elementos alrededor de ella generan concordancia y equilibrio.
0 comentarios